Una educación bilingüe puede aportar grandes beneficios a los niños, no solo a nivel educativo, sino también en su desarrollo intelectual y emocional.
Aprender dos idiomas desde pequeños crea mayor conciencia lingüística. Es decir, desarrolla la capacidad de reflexionar acerca de su propio pensamiento, mejora el pensamiento crítico, las habilidades matemáticas y creativas.
Cerebros en niños expuestos al bilingüismo desde edades tempranas, presentan una mayor densidad de materia gris en la superficie cortical y en el lóbulo parietal inferior.
Al comenzar el aprendizaje desde pequeños, los niños tienen más facilidad para conseguir una pronunciación y una entonación más parecida a la nativa de la segunda lengua.
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